La comedia juvenil Weird Science celebra su 40 aniversario, destacándose como un clásico de los años 80. Esta película, dirigida por John Hughes, aborda las fantasías adolescentes de crear una supermodelo a partir de la tecnología incipiente de esa época. Con el icónico tema musical de Oingo Boingo y la memorable actuación de Kelly LeBrock, la película se convirtió rápidamente en un fenómeno cultural añorado por muchos. Sin embargo, su silliness la distingue de otros filmes más serios de Hughes.
Un aspecto fascinante de Weird Science es su conexión con otros clásicos de John Hughes, como Sixteen Candles y The Breakfast Club. A través de ciertos escenarios y personajes, la película revive la esencia de un Illinois suburbano ficticio. Por ejemplo, algunos planos del colegio en Weird Science se grabaron en las mismas locaciones que las de The Breakfast Club, creando un vínculo visual entre ambas narrativas. Este detalle ha sido un descubrimiento apreciado por los fans que han visto estos filmes en repetidas ocasiones.
A pesar de ser considerada una de las obras más tontas de Hughes, Weird Science muestra en sus personajes momentos universales de la adolescencia. Las similitudes entre los personajes y sus experiencias en la escuela nos recuerdan que estas películas eran, en el fondo, una representación de la vida adolescente de los años 80, llena de inseguridades, fantasías y humor. Esta rica conexión intertextual invita a los fanáticos a revivir un maratón de los clásicos de Hughes y disfrutar de su legado en el cine.
