
Un alto funcionario del Departamento de Estado de EE. UU. ha revelado un sorprendente documento que busca recopilar comunicaciones con periodistas, críticos del expresidente Donald Trump y figuras de la derecha. Este documento, presentado por Darren Beattie, un nombramiento de Trump, incluye una lista extensa de nombres y organizaciones, lo que ha suscitado alarmas sobre la posible violación de la privacidad y la libertad de expresión. La solicitud incluye términos como ‘Black Lives Matter’ y ‘Q-Anon’, resonando en un ambiente ya tenso de desinformación política.
La justificación de Beattie para este procedimiento es ostensiblemente construir confianza con el público estadounidense, similar a la divulgación de documentos conocidos como ‘Twitter files’. Sin embargo, muchos críticos ven esta estrategia como una ‘cacería de brujas’, advirtiendo sobre el uso potencial de esta información para represalias. Empleados del Departamento han expresado preocupación por el alcance y la naturaleza desigual de estas solicitudes, lo que podría perjudicar gravemente la capacidad de investigar y reportar sobre desinformación.
Cinco semanas después de las solicitudes, el Departamento de Estado cerró la oficina que se encargaba de monitorear la desinformación, lo que intensificó las dudas sobre la transparencia de los esfuerzos del gobierno. Muchos ven esta acción, junto con la búsqueda de documentos de figuras frecuentemente críticas hacia Trump, como una estrategia diseñada para frenar la oposición. La potencial divulgación de documentos sin contexto adecuado podría ser manipulada para avanzar en narrativas políticas específicas, generando un efecto escalofriante sobre la libertad de expresión y el periodismo en EE. UU.
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