
Jeff Ross, reconocido como el Roastmaster General, compartió una anécdota divertida sobre su primer roast con la leyenda de la comedia, Milton Berle. Durante la actuación, Berle, en lugar de apoyarlo, comenzó a interrumpirlo y a provocarlo de maneras inesperadas. Según Ross, cada vez que lograba provocar una risa, Berle lo golpeaba en las costillas, lo que interrumpía su flujo de comedia y lo desconcertaba.
A medida que la actuación avanzaba, la tensión entre ambos crecía hasta que Ross, en un intento por desquitarse, hizo un chiste sobre Berle que provocó una gran risa en el público. Buddy Hackett, otro comediante presente, defendió a Ross y pidió a Berle que lo dejara actuar. La situación se tornó cómica cuando Ross se dio cuenta de que, a pesar de la resistencia inicial de Berle, este estaba probando su resiliencia en el escenario.
Después del roast, Ross se reunió con Berle para entender su comportamiento. Berle explicó que no quería que nadie eclipsara su actuación y le ofreció un consejo valioso sobre la comedia: los chistes deben ser memorables, lo que llevó a una amistad entre ambos. Ross pasó a reflexionar sobre esta experiencia como una lección sobre los desafíos en la comedia y el valor de aprender de aquellos que han estado en la industria por mucho más tiempo.
Leave a Reply