
En Barcelona, una empresa decidió experimentar con la semana laboral de cuatro días, pero surgió un problema inesperado. Patrick Synge, cofundador de Metrickal, implementó un software de seguimiento de tiempo para analizar la productividad de sus empleados. Al hacerlo, descubrió que un trabajador había estado desatendiendo sus responsabilidades debido a que trabajaba también para otra compañía. A pesar de haber hablado previamente sobre su bajo rendimiento, no había pruebas contundentes de sus actividades fuera de la empresa.
Los datos del software revelaron que el empleado dedicaba más de la mitad de su tiempo laboral a su segundo trabajo. Esto no solo afectó su rendimiento, sino que también tuvo consecuencias negativas para el equipo, que se vio obligado a cubrir su carga laboral. Patrick Synge, que previamente defendía el concepto de los ‘Side Hustles’, se encontró en una situación contradictoria al tener que despedir a quien había promovido como un ejemplo a seguir.
Este incidente subraya un fenómeno creciente en España, donde un 15% de los trabajadores tienen al menos dos empleos. Mientras la cultura del ‘pluriempleo’ se expande, parecerá cada vez más importante que los empleados encuentren un equilibrio entre sus múltiples responsabilidades laborales, sin perjudicar a sus empleadores. La situación de Synge plantea preguntas sobre la sostenibilidad de esta tendencia en el entorno laboral actual.
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