Leonidas Iza Salazar, líder del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi, ha señalado al gobierno del presidente Daniel Noboa como responsable de una serie de hostigamientos que han escalado hasta un presunto intento de asesinato en su contra. Estas acusaciones surgen a raíz de un incidente ocurrido el 18 de agosto en Latacunga, donde Iza asegura haber sido seguido y filmado por agentes policiales sin autorización. El líder indígena afirma que estuvo a punto de ser atropellado por un vehículo que, según su testimonio, iba dirigido directamente hacia él.
El Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi ha calificado los hechos como un intento de asesinato y persecución política, responsabilizando al gobierno de Noboa por cualquier ataque contra Iza y los dirigentes de la organización. Este tipo de hostigamiento es visto como una estrategia para amedrentar no solo a Iza, sino también a toda la comunidad indígena que se opone al gobierno. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) ha manifestado su solidaridad con Iza, denunciando el uso del sistema de inteligencia estatal para criminalizar a los líderes sociales y advirtiendo que esto configura una política de Estado contra la disidencia.
La falta de respuesta oficial por parte del gobierno ecuatoriano ante estas graves acusaciones ha generado una creciente preocupación entre los líderes indígenas y sus seguidores. El silencio del Palacio de Carondelet sobre la situación de Iza y las acusaciones de hostigamiento deja a muchos en estado de incertidumbre. La situación refleja una crisis de derechos humanos en Ecuador, donde los líderes sociales enfrentan cada vez más amenazas y presiones por su activismo en favor de los pueblos indígenas y sus derechos.
