
El martes 14 de octubre de 2025, un coche bomba explotó frente a un centro comercial en el norte de Guayaquil, resultando en la trágica muerte de un taxista y 26 heridos. Este ataque, que ha sido calificado como un acto de terrorismo por el Secretario General de la OEA, Albert Ramdin, ha suscitado condenas a nivel internacional y ha generado una profunda preocupación en la ciudadanía. Las explosiones causaron serios daños estructurales en los edificios cercanos, despertando el temor entre comerciantes y residentes, lo que llevó a las autoridades locales a reforzar la seguridad en la zona afectada.
Las autoridades ecuatorianas, encabezadas por el ministro del Interior, John Reimberg, han iniciado investigaciones para determinar la responsabilidad en el ataque, señalando al grupo criminal Los Lobos como posible autor. Se investiga si el atentado está vinculado a las recientes operaciones contra la minería ilegal en Imbabura. Además, se han reportado otras explosiones en diferentes puntos de la provincia, sugiriendo un patrón de ataques organizados que podrían estar relacionados con la misma banda delictiva.
Este acto de violencia se suma a una creciente ola de ataques atribuidos a grupos criminales en Ecuador, lo que ha generado una demanda de seguridad tanto a nivel nacional como internacional. El gobierno se compromete a garantizar la seguridad ciudadana y ha solicitado apoyo internacional para combatir estas amenazas. La OEA ha reafirmado su solidaridad con el pueblo ecuatoriano y su apoyo en la lucha contra el crimen organizado, enfatizando la importancia de una estrategia coordinada entre las fuerzas de seguridad y la cooperación internacional.