
El sábado 13 de septiembre, las costas ecuatorianas experimentaron tres sismos significativos, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Estos movimientos telúricos variaron en magnitud, siendo el más fuerte un temblor de 6,1 grados que se originó a 40 kilómetros al suroeste de Salinas, en la provincia de Santa Elena. A pesar de su intensidad, no se emitieron alertas de tsunami ni se reportaron daños materiales inmediatos.
El primer sismo se registró a las 06h23 con 3,5 grados, seguido de un segundo a las 16h18 de 4,8 grados, que se sintió notablemente en Puerto López, Manabí. El evento más fuerte, que ocurrió a las 18h59, generó inquietud en varias localidades costeras, pero seguía siendo parte de la actividad sísmica normal en la región, conocida por su vulnerabilidad a temblores debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico.
El Instituto Geofísico subrayó la importancia de prepararse para estos eventos naturales. Aunque no hay indicios de un gran sismo inminente, se anima a la población a estar alerta y realizar simulacros de evacuación en zonas costeras. Un monitoreo constante es esencial, dada la frecuencia de sismos en Ecuador, que acumula miles de movimientos cada año, con un promedio de 200 al mes en la franja costera.