
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador se enfrenta a una situación inusual tras la decisión de Néstor Marroquín de no presentar las firmas necesarias para continuar con el proceso de revocatoria del alcalde de Quito, Pabel Muñoz. Aunque Marroquín había entregado 4.800 firmas antes de la fecha límite del 5 de octubre, anunció el 4 de octubre que no seguiría adelante. Esta sorpresiva decisión se basa en su preocupación por las posibles consecuencias legales que podrían enfrentar los voluntarios si alguna firma resultara inválida o falsa.
La respuesta del CNE fue inmediata, con Luis Bravo, coordinador nacional de Participación Política, afirmando que esta es la primera vez que se presenta un caso de esta naturaleza. Marroquín pidió que se procesaran las firmas entregadas, pero posteriormente expresó que prefería que no se procesara ninguna rúbrica. La situación ha llevado al CNE a consultar con la Dirección Jurídica para determinar cómo proceder ante esta encrucijada.
El alcalde Pabel Muñoz comentó sobre el tema durante su informe semanal, destacando que la no presentación de las firmas refleja la confianza de los quiteños en su gestión. Criticó a los promotores de la revocatoria por sus acciones, sugiriendo que deberían asumir la responsabilidad de los recursos y el tiempo que se han invertido en el proceso. A medida que el CNE evalúa la situación, el futuro de esta iniciativa de revocatoria permanece incierto, y la opinión pública espera una resolución clara.