
Un alto funcionario del Departamento de Estado buscó comunicar internamente información relacionada con críticos del ex presidente Trump y figuras públicas. Esta revelación proviene de un documento no reportado anteriormente que detalla una extensa investigación sobre las interacciones entre un pequeño grupo del departamento y una lista prominente de nombres y organizaciones, muchos de los cuales están en la mira de la derecha política estadounidense.
El documento, compartido en marzo, demanda registros de correos electrónicos y colaboración con individuos que han criticado la administración Trump, tales como periodistas, expertos en desinformación y ex funcionarios. La actitud de ‘caza de brujas’ fue levantada por varios funcionarios, quienes expresaron preocupaciones sobre la invasión a la privacidad y la seguridad de aquellos involucrados, sugiriendo que esto podría ser más que un simple ejercicio de transparencia.
Además, la solicitud incluyó una serie de palabras claves y nombres relacionados con teorías de conspiración y movimientos políticos de la derecha, lo que llevó a los empleados del departamento a calificar el hecho como un esfuerzo inusual y sobreextendido. Con la reciente disolución de la oficina de monitoreo de desinformación, existe un temor creciente sobre el posible uso indebido de estos documentos y cómo podrían dañar la dinámica de la libertad de expresión.