
Un documento revelador del Departamento de Estado de EE. UU. sugiere una búsqueda agresiva de comunicaciones entre empleados y personal de alto perfil que han criticado a funcionarios de la administración Trump. Este esfuerzo, dirigido por el nombrado por Trump, Darren Beattie, se asemeja a una ‘caza de brujas’, donde se recopilan registros sobre figuras de autoridad y palabras clave asociadas con la desinformación y movimientos conservadores. Muchas de estas solicitudes han conmocionado a quienes recibieron el documento, que sienten que podría poner en riesgo la privacidad y la seguridad de individuos y organizaciones.
Beattie, actuando como subsecretario de diplomacia pública, afirmó que su objetivo es reconstruir la confianza del público estadounidense a través de la divulgación de documentos similares a los ‘Twitter files’. Pidió comunicaciones desde 2017 de empleados del gabinete de información externa del Estado, con el propósito de evaluar la supuesta censura contra voces conservadoras, a pesar de que estas oficinas han estado dedicadas a contrarrestar campañas de desinformación extranjeras.
El alcance de esta solicitud ha generado alarmas entre los empleados del Departamento de Estado, quienes ven la recopilación de estos datos como una táctica para intimidar y poner en peligro a críticos potenciales. Con preocupaciones sobre el uso indebido de la información y su posible manipulación, muchos enfatizan el peligro que esto representa para la libre comunicación y la investigación imparcial sobre desinformación, convirtiendo lo que debería ser un esfuerzo de transparencia en una herramienta de control político.
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