
En el año 2024, Quito ha logrado una notable reducción del 10% en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con el año anterior. Este avance es celebrado como un gran paso hacia una movilidad más sostenible en la ciudad. La implementación de un sistema de transporte público eléctrico ha sido clave en este proceso, destacándose la operación del Metro de Quito con energía 100% limpia, lo que ha permitido evitar la emisión de 107 mil toneladas de CO2 y conservar el equivalente a más de 4,8 millones de árboles.
Adicionalmente, se han incorporado nuevas unidades eléctricas al servicio del Trolebús y se ha aprovechado la generación hidroeléctrica, alineando así al transporte masivo con los objetivos climáticos de la ciudad. Estas iniciativas no solo han impactado positivamente en el medio ambiente, sino que también han impulsado la economía local, reflejando que el transporte público se está convirtiendo en un aliado esencial de la sostenibilidad en Quito.
El Plan de Acción 2025, que incluye 179 proyectos en diversos ámbitos ambientales, busca seguir mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. La participación activa de la ciudadanía es fundamental en este proceso, ya que decisiones como optar por el Metro o las unidades eléctricas son acciones que contribuyen a un entorno más limpio. A través de un esfuerzo conjunto entre el municipio, la iniciativa privada, y la comunidad, Quito se posiciona como una ciudad líder en la lucha contra el cambio climático.