
La ciudad de Quito ha inaugurado la primera planta de reciclaje de escombros en Ecuador, situada en Pifo, con el objetivo de mitigar la contaminación de quebradas y suelos a causa de los residuos de construcción y demolición. Este proyecto representa un avance significativo hacia la sostenibilidad ambiental, colocando a Quito en el mapa como una ciudad innovadora en la gestión de residuos, comparable a ciudades europeas como Barcelona y Bogotá.
Durante la inauguración, el alcalde Pabel Muñoz destacó la importancia de esta planta como parte de un esfuerzo mayor por transformar la gestión de residuos en la capital. Se busca no solo procesar y reutilizar los materiales de demoliciones, sino también promover un modelo de economía circular que beneficie tanto a la ciudad como a su entorno. Los representantes del sector privado, como Holcim, expresaron su compromiso en colaborar en este proceso.
El proyecto prevé extender su impacto durante 14 meses y ha recibido inversiones significativas para desarrollar prácticas sostenibles en la construcción. Al mismo tiempo, se lanzarán iniciativas adicionales, como la creación de composteras municipales. Con estos esfuerzos, Quito espera consolidarse como un referente en la gestión de residuos y sostenibilidad en la región.
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