El 10 de septiembre, Quito se unirá a la conmemoración del Día Mundial de la Prevención del Suicidio con una iniciativa que invita a la reflexión. La Virgen de El Panecillo y el Palacio Municipal se iluminarán de amarillo, un color que simboliza apoyo y solidaridad en la lucha por la salud mental. Este acto tiene como finalidad recordar a Mike Emme, un joven que inspiró acciones comunitarias en pro de la prevención del suicidio y la salud mental.
La Secretaría de Salud del Municipio, junto a la Congregación de Misioneros Oblatos, lidera esta iniciativa que busca combatir estigmas y fomentar la prevención. A través de conversatorios y espacios de diálogo, se busca promover una comunidad que escuche y apoye, destacando la importancia de la salud mental como un aspecto esencial de la vida. La alcaldesa subrogante, Fernanda Racines, resaltó la necesidad de transformar la narrativa sobre este tema, enfatizando que cada vida es valiosa.
Además de la iluminación, Quito ofrece servicios gratuitos y accesibles, como emergencias psicológicas y teleconsultas en salud mental. El secretario de Salud destacó que el enfoque municipal en salud mental es parte de un plan integral que pretende brindar apoyo y prevención a la ciudadanía, abordando factores de riesgo que afectan el bienestar emocional. Esta acción reafirma el compromiso de la ciudad por construir un entorno más humano y solidario.
