
Piers Morgan ha generado controversia al calificar a los presentadores de late-night en Estados Unidos como ‘activistas partidistas para los demócratas’. Morgan, conocido por su estilo directo, se refirió a un estudio que revelaba que el programa de Stephen Colbert había tenido 176 invitados de tendencia izquierdista y solo uno republicano desde 2022. Esta crítica se suma a la reciente cancelación de ‘The Late Show’, que algunos consideran como un reflejo de la baja aceptación del humor político de Colbert.
Morgan argumenta que los programas que deberían ser de entretenimiento han caído en la trampa de la activismo político, alejándose de su esencia humorística. Aseguró que otros presentadores nocturnos también enfrentan la misma suerte que Colbert, sugiriendo que la audiencia se siente cada vez más polarizada y menospreciada. La postura de Morgan ha suscitado reacciones mixtas en las redes sociales, incluyendo críticas de comentaristas que defienden la libertad de expresión y el derecho a criticar al gobierno.
La discusión sobre el papel de estos programas en la política contemporánea se intensifica, ya que personalidades como John Oliver también han sido señaladas por su activismo durante episodios de su programa. Morgan, por su parte, se muestra firme en creer que el enfoque de estos anfitriones ha desviado el propósito original de sus shows y plantea preguntas sobre el equilibrio que deben mantener entre el entretenimiento y la política. A medida que el panorama mediático continúa evolucionando, el futuro de estos late-night shows queda en el aire.