
El icónico rockero Ozzy Osbourne dio su último concierto junto a Black Sabbath en Villa Park, Birmingham, ante una multitud de 40,000 personas. Después de más de 50 años en la música, este evento titulado Bajo el título ‘Back to the Beginning’, marcó un importante hito en la historia del heavy metal, reuniendo a los miembros originales de la banda por primera vez en 20 años. Este emotivo espectáculo fue un homenaje a sus orígenes y a sus fans.
Osbourne hizo su entrada en el escenario montado en un trono alado, comenzando el show con entusiasmo. A lo largo de su actuación, agradeció a los fans por su inquebrantable apoyo durante los años, especialmente tras sus problemas de salud que lo llevaron a alejarse de los escenarios. Durante su presentación final, Ozzy realizó algunos de los clásicos de la banda, incluyendo “War Pigs,” “NIB,” “Iron Man” y “Paranoid”, lo que generó una enorme ovación entre el público.
El concierto concluyó con fuegos artificiales y una tarta que celebraba su legado. Tras años de lucha con su salud, el cantante expresó su deseo de pasar tiempo con su familia, dejando en claro que este es su adiós definitivo a los escenarios. A lo largo de su carrera, Black Sabbath ha vendido más de 75 millones de álbumes, y su impacto en la música siempre será recordado. La despedida de Ozzy representa el cierre de una era en el rock.
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