
Cinco barrios de Quito han sido objeto de importantes mejoras en infraestructura que buscan proteger a miles de familias de los riesgos naturales. Las intervenciones se han llevado a cabo en sectores como Calderón, Chillogallo, El Panecillo, Santa Lucía Baja y San Juan, donde se han construido muros de contención, escaleras, y sistemas de drenaje adecuados para prevenir desastres naturales.
Estas obras forman parte de un plan más amplio que incluye un total de 3.001 proyectos destinados a reducir riesgos y elevar la calidad de vida en la ciudad. En la zona norte de La Capilla, más de 190.000 ciudadanos se benefician de la estabilización territorial, mientras que en Chillogallo, 41.466 habitantes están protegidos contra la erosión del suelo.
En el centro, las mejoras en El Panecillo y Santa Lucía Baja impactan a 41.000 residentes, y en San Juan, trabajos de anclaje y hormigón lanzado en una superficie de más de 4.600 m² benefician a 67.459 personas y a los visitantes del Museo Yaku II. La inversión total para estas obras asciende a USD 728.908, financiadas a través de la Tasa de Seguridad aportada por los ciudadanos.