
El episodio más reciente de Saturday Night Live (SNL) marcó el debut de Mikey Madison como anfitriona, quien recientemente ganó un Oscar por su actuación en una película aclamada. El episodio comenzó en el icónico Studio 8H, donde la energía era palpable mientras Madison se preparaba para hacer reír al público con su ingenio único. Su actuación ha sido reconocida en producciones como Better Things y Once Upon a Time in Hollywood, lo que la convierte en una figura reconocida en el mundo del entretenimiento.
La noche también contó con el regreso de Morgan Wallen como invitado musical, lo que generó un gran revuelo entre los fanáticos, aunque algunos han considerado su elección como controversial. La dinámica entre Madison y Wallen fue interesante y trajo una mezcla de música y humor a la escena. Por otro lado, la apertura fría del espectáculo recreó un grupo de adolescentes chismosas, que hizo un guiño a temas de actualidad como la seguridad nacional, asegurando que el entretenimiento no solo fuera ligero, sino también relevante.
En su monólogo inaugural, Mikey Madison compartió detalles personales y anécdotas divertidas que conectaron con la audiencia, revelando un lado más relajado y auténtico de su personalidad. Aunque el contenido fue ligero y cómico, también había momentos reflexivos que recordaron a los espectadores de su trayectoria en la industria del cine. La frescura que Madison trajo al escenario, junto con la música de Wallen, prometió una serie de episodios vibrantes para el futuro de SNL.