Dos meses después de la reubicación de 140 vendedores informales, el entorno en las afueras del mercado de Calderón ha experimentado un cambio notable. La intervención forma parte de un plan municipal más amplio para recuperar el espacio público en diversas áreas de la ciudad, garantizando un uso más seguro y ordenado de las vías. Antes de la medida, la calle 9 de Agosto era uno de los tramos más congestionados, con ventas ambulantes que complicaban el tránsito y generaban preocupaciones de seguridad entre vecinos y comerciantes locales.
El proceso de reubicación fue facilitado por la Agencia de Coordinación de Comercio del Municipio, que implementó un diálogo con los comerciantes para buscar soluciones. Aunque enfrentaron resistencia al principio por el temor a perder clientes, los vendedores han notado los beneficios: la distribución de ventas ahora es más equitativa y los compradores regresan con una mayor confianza. Además, los negocios establecidos en la zona han visto mejoras, con la reducción de la competencia desleal y un entorno más seguro y menos congestionado.
La experiencia en Calderón resalta la importancia del diálogo y la colaboración para abordar problemas relacionados con el espacio público. La inversión en controles municipales y la corresponsabilidad de los comerciantes han sido esenciales para mantener el orden. Este caso subraya que es posible restaurar el orden y la dignidad en las áreas urbanas cuando se priorizan soluciones cooperativas sobre la confrontación.
