
Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), respondió el 6 de octubre a las acusaciones de terrorismo presentadas por la bancada oficialista Acción Democrática Nacional (ADN). Vargas, quien lidera un paro nacional contra el aumento del precio del diésel, afirmó que no es un terrorista y se mostró dispuesto a colaborar con la justicia ecuatoriana. La Acción Urgente contra él alega que sus declaraciones durante las movilizaciones de protesta podrían interpretarse como amenazas de tomar Quito.
En medio de la crisis, Vargas exigió una serie de investigaciones sobre la muerte de un comunero y las heridas sufridas por los manifestantes. Además, hizo demandas relacionadas con presuntas irregularidades fiscales que involucran a la familia del presidente Daniel Noboa. Su declaración fue clara al enfatizar que el paro, que también solicita la reducción del IVA y mejoras en salud y educación, busca una solución pacífica a las demandas sociales.
A pesar de las acusaciones en su contra, Vargas dejó claro que su intención no es la violencia, sino movilizar a los sectores afectados por las recientes medidas gubernamentales. El paro nacional, que ha generado un amplio apoyo de diferentes movimientos sociales, continúa en pie mientras se demandan respuestas justas y equitativas de parte del gobierno en esta situación crítica para el país.