
Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), aseguró que la marcha del 12 de octubre en Quito, conmemorando el Día de la Resistencia Indígena, no tuvo la intención de generar violencia. En un comunicado, rechazó las acusaciones de que la movilización buscaba actos desestabilizadores, destacando su carácter pacífico y las demandas políticas que impulsaron la jornada.
A pesar del ambiente festivo y la gran participación de manifestantes, la jornada fue marcada por confrontaciones con la Policía Nacional y el Ejército, quienes, según Vargas, utilizaron gas lacrimógeno y fuerza excesiva contra los asistentes. Además, denunció agresiones hacia periodistas y paramédicos, lo que considera una violación de derechos fundamentales.
Vargas también hizo EPA sobre actos de racismo durante la represión, mencionando que dos jóvenes indígenas sufrieron agresiones por parte de las fuerzas del estado. En respuesta, la CONAIE planea futuras acciones para defender los derechos de los pueblos indígenas y su compromiso con movilizaciones pacíficas, emanando un mensaje de unidad y resistencia ante las injusticias.