
Los certámenes de belleza, aunque enfrentan desafíos actuales, no están tan muertos como se piensa. Julián Pico, un reconocido productor de eventos, y Lucy Pazmiño, experta en comunicación, defienden su vigencia y el alto nivel de profesionalismo que requieren. El reciente certamen de Miss Universo Ecuador ha puesto de manifiesto las dificultades y críticas que enfrenta este tipo de eventos, a pesar de su rica historia y popularidad.
Pico resalta que criticar la producción de un certamen sin conocer los retos que implica es fácil, pero formar parte de algo tan bien estructurado requiere habilidades especiales. Además, mencionan que el éxito del espectáculo depende en gran parte de los presentadores, destacando el talento de Eduardo Andrade y Ronald Farina, quienes son fundamentales para sortear imprevistos durante los eventos en vivo.
En un contexto donde el público exige un enfoque más fresco y dinámico, Pico y Pazmiño coinciden en la necesidad de evolución de los certámenes. Aunque con poco presupuesto, el compromiso de quienes producen estos eventos incluye una atención meticulosa al equilibrio escénico y al protagonismo de las candidatas, lo que asegura que los certámenes de belleza puedan mantenerse relevantes y atractivos para las nuevas audiencias.