Shane Powers, conocido por su participación en Survivor: Panama — Exile Island, compartió su experiencia angustiante de sufrir retiradas severas de cafeína y nicotina durante su tiempo en la competencia. Antes de iniciar la competencia, Shane consumía casi 30 tazas de café y tres paquetes de cigarrillos al día, creando expectativas sobre cómo se desarrollaría su viaje en la isla sin sus sustancias esenciales. Esta adicción se convertía en un espectáculo para la audiencia, ya que el cambio drástico en su entorno lo llevó a perder el control.
La falta de dormir, la escasez de comida y la intensa lluvia agravaron la situación de Shane, quien para el día 12 estaba enfrentando no solo la naturaleza hostil sino también sus propios demonios internos. Mientras luchaba contra intensos dolores de cabeza y alucinaciones, su comportamiento errático dejó una impresión duradera en la audiencia. La experiencia de Survivor no solo lo despojó de sus comodidades, sino que también se convirtió en un momento de autoconocimiento profundo para él, revelando su vulnerabilidad detrás de su carismática personalidad.
Después de ser eliminado del juego, Shane destacó la importancia de tener un paquete de cigarrillos esperándole y de poder disfrutar de su primer café. Reflexionando sobre su paso por Survivor, reconoció que la experiencia no solo fue desafiante sino también profundamente gratificante, llenando su vida de lecciones y amistades. Ahora, con un nuevo proyecto de café junto a su amigo Anthony Kiedis, Shane continúa celebrando su pasión por el café, que lo unió a lo largo de su vida, incluido su paso inolvidable por la isla.
