
Alyssa Farah Griffin, exfuncionaria de la Casa Blanca, ha revelado que ha recibido amenazas tanto de la derecha como de la izquierda debido a su trabajo durante la administración de Donald Trump. Griffin, quien ocupó puestos clave como Secretaria de Prensa del Vicepresidente Mike Pence y Directora de Comunicaciones Estratégicas, comentó que esta situación es parte del paquete que implica trabajar en la política más alta del país. Aunque ella defiende sus acciones, la crítica y la división política continúan marcando su experiencia.
Durante una reciente aparición en ‘The View’, Griffin compartió cómo las críticas han ido en ambas direcciones. Desde las acusaciones de des lealtad por parte de republicanos hasta el ataque de progresistas que cuestionan su elección de trabajar bajo Trump, ha enfrentado un clima hostil. Ella subrayó que estas reacciones son parte de un entorno político polarizado que afecta a quienes han ocupado posiciones de poder.
Griffin también se refirió a la importancia de la rendición de cuentas en el gobierno, argumentando que, como funcionaria pública, tiene la responsabilidad de responder a las preguntas que surgen sobre su trabajo, especialmente en temas críticos de responsabilidad gubernamental. Ella apela a la necesidad de que todos los funcionarios se adhieran al deber cívico de transparencia, independientemente de la política partidista.
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