James Gunn, director del nuevo filme de Superman, ha enfrentado críticas por el enfoque político de la historia. En una reciente entrevista, destacó que Superman es, por esencia, un inmigrante que busca un lugar mejor en la Tierra, algo que es una parte central de su narrativa. Gunn defendió su visión, afirmando que el personaje representa la bondad humana, un valor que se ha perdido en la actual cultura de la deshumanización y la hostilidad hacia los inmigrantes.
Gunn recordó que la creación de Superman proviene de la experiencia de generaciones de inmigrantes, ya que sus creadores eran hijos de inmigrantes judíos. Esto resuena con la historia de un extraterrestre que es enviado a nuestro mundo con la esperanza de vivir una vida mejor y ayudar a otros. A pesar de la reacción negativa que ha generado, el director reafirmó que su enfoque no debería ser considerado ofensivo, sino más bien una invitación a reflexionar sobre la amabilidad y la aceptación.
El nuevo filme, que se lanzará próximamente, narra las experiencias de Clark Kent mientras navega por su herencia kryptoniana y su vida en Smallville. A través de su viaje, el público será testigo de sus desafíos personales, especialmente en su relación con Lex Luthor. James Gunn espera que esta representación de Superman, como un héroe esencialmente bueno en un tiempo de desánimo, aporte un mensaje de esperanza y calidez en un momento donde la bondad parece escasa.
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