
Ozzy Osbourne, el icónico vocalista de Black Sabbath, falleció a los 76 años, y su certificado de defunción ha revelado las causas de su muerte. Según el documento, presentado por su hija Aimée en Londres, las complicaciones de un paro cardíaco y una enfermedad de las arterias coronarias fueron determinantes, además de las complicaciones derivadas de su diagnóstico de Parkinson. Esta enfermedad, que Ozzy compartió abiertamente desde 2020, complicó su estado de salud en los últimos años.
El famoso músico no solo era conocido por su poderosa voz y su influencia en el mundo del rock, sino también por enfrentar numerosos problemas de salud. Después de sufrir múltiples cirugías en la columna que afectaron su movilidad, fue impresionante que aún pudo realizar su último concierto el 5 de julio en Birmingham, confirmando su inquebrantable deseo de seguir actuando a pesar de las adversidades. Este evento recaudó más de 190 millones de dólares para causas benéficas, un testimonio de su legado.
El pasado 30 de julio, su ciudad natal rindió un conmovedor homenaje al Príncipe de las Tinieblas, con miles de fans acompañando su cortejo fúnebre en un emotivo adiós. Si bien la ceremonia fue privada, el impacto de su vida y su música sigue resonando entre los aficionados, asegurando que su memoria perdurará. Así, Ozzy Osbourne deja un legado imborrable en el mundo del rock y en los corazones de sus seguidores.