La película Fatal Attraction, lanzada en 1987, es recordada por sus intensas actuaciones y su impacto cultural. Uno de los momentos más impactantes es la escena donde el conejito de la familia aparece hervido. Esta representación generó gran revuelo y dejó una marca en la historia del cine, además de dar origen a la frase ‘bunny boiler’. La película, protagonizada por Michael Douglas y Glenn Close, trata sobre un romance extramarital que se vuelve peligroso y violento.
Lo que muchos no saben es que esta famosa escena utilizó un conejo real, que ya estaba muerto antes de ser llevado al set. El director Adrian Lyne reveló que el conejo fue conseguido de una carnicería porque querían que la escena se sintiera lo más realista posible. Esto, por supuesto, no estuvo exento de complicaciones; el olor durante la filmación fue tan fuerte que afectó a los actores en la escena. A pesar de las dificultades, la decisión de usar un conejo real tuvo un efecto notable en la atmósfera de la película.
Fatal Attraction no solo tuvo un gran éxito financiero, sino que también dejó un legado cultural duradero, señalando las red flags en relaciones tóxicas. La escena del conejo se convirtió en un símbolo de advertencia en el ámbito de las relaciones románticas, mientras que la película misma fue adaptada recientemente en 2023. La exploración de la obsesión amorosa y sus consecuencias continúa resonando en el corazón del público, generando tanto fascinación como horror.
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