La Fiscalía de Ecuador se enfrenta a un creciente cuestionamiento después de liberar a Iván Michael B.Ch., principal sospechoso de la explosión en la Bahía de Guayaquil ocurrida el 3 de junio. A pesar de evidencias que lo apuntaban, la Fiscalía argumentó que no se pudo establecer su relación directa con el delito. Esta decisión ha desencadenado una ola de críticas desde diversos sectores, incluyendo al asambleísta por Loja, Juan Andrés González Alvear, quien exige respuestas claras sobre la situación y la supuesta conexión del investigado con la familia Noboa.
González Alvear, en sus declaraciones, puso en tela de juicio la actuación de la Fiscalía y del gobierno, al señalar que a pesar de las pruebas y de un Porsche Cayenne vinculado a la empresa Industrial Molinera, el sospechoso quedó en libertad. En un contexto donde la violencia ha escalado en Guayaquil con nuevos atentados, la presión sobre las instituciones para que den respuestas concretas es cada vez más intensa. El alcalde de Guayaquil también se ha manifestado al respecto, criticando la falta de acción efectiva frente a las pruebas presentadas.
En respuesta a las críticas, la Fiscalía señaló que su decisión se basó en un análisis exhaustivo y objetivos legales que no corroboraron la participación del sospechoso en la explosión. Sin embargo, esta explicación no ha logrado calmar el ambiente, ya que la escalada de violencia continúa, y el presidente Daniel Noboa ha reafirmado su compromiso de combatir criminalidades, incluso frente a insinuaciones de autoatentados. La situación actual plantea un desafío significativo para el gobierno y la seguridad en el país.
