
A partir del 19 de agosto, La Pradera experimentará un cambio significativo con la eliminación de 8 kilómetros de cables aéreos que durante años han alterado el paisaje urbano. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la seguridad y estética del espacio público, beneficiando a vecinos, comerciantes y transeúntes. La intervención se desarrolla en un perímetro que incluye avenidas reconocidas y calles internas, utilizando maquinaria pesada y personal especializado para llevar a cabo el soterramiento de los cables.
El proyecto es parte de un esfuerzo mayor que ya ha visto la finalización de 26 kilómetros de soterramiento en los últimos dos años, que contrasta con los 45 kilómetros realizados en toda la década anterior. Las autoridades proyectan alcanzar un total de 100 kilómetros de cables soterrados al final del actual período administrativo. Las obras incluyen cierres parciales de calles, pero se planea mantener al menos un carril de circulación habilitado en todo momento.
Además del impacto visual y estético, la eliminación de estos cables también busca fomentar el desarrollo urbanístico y económico de la zona. Varios comerciantes han expresado su entusiasmo, señalando que la modernización del espacio contribuirá a la visibilidad de los negocios y a la atracción de turismo. Este avance en La Pradera también se enmarca dentro de otros proyectos de soterramiento en diferentes áreas de la ciudad, lo que promete mejorar la calidad de vida para sus habitantes.