La reciente película de Disney, Blancanieves, ha generado controversia tras su bajo desempeño en taquilla. Con solo 42 millones de dólares ganados en su primer fin de semana, el hijo del productor, Jonah Platt, ha culpado directamente a la actriz principal, Rachel Zegler. En un comentario eliminado de Instagram, Jonah sugirió que los comentarios pro palestinos de Zegler habían perjudicado el éxito del filme, que contaba con un presupuesto de 250 millones de dólares.
Jonah Platt no escatimó en palabras al señalar que el comportamiento de Zegler fue inconveniente durante el proceso de promoción de una película para la que había firmado un contrato multimillonario. Además, enfatizó que la actuación de Zegler había desviado la atención de lo que debía ser una celebración de la película y había puesto en riesgo la estabilidad laboral de muchos trabajadores involucrados en la producción, lo que consideró un acto de ‘narcisismo’.
Mientras la discusión sobre sus comentarios y la taquilla de Blancanieves continúa, tanto Zegler como los productores de la película han mantenido silencio. La controversia ha encendido un debate sobre la responsabilidad de los actores y sus opiniones personales durante las campañas de promoción, dejando en claro que el mundo del entretenimiento está lleno de tensiones complejas entre la libertad de expresión y las implicaciones comerciales.
