
En su reciente episodio, South Park continuó su tradición de sátira política al presentar a JD Vance como el diminuto y torpe asistente de Donald Trump. El capítulo fue una crítica mordaz que mostró a Vance como un personaje ridículo que no logra impresionar a su jefe. A través de un guion ingenioso, los creadores de la serie expusieron la dinámica entre Trump y sus aliados, destacando la absurda realidad política actual.
El episodio también incluyó a Kristi Noem, representada como una destructora de perros, quien recuerda un episodio perturbador de su pasado en un video de reclutamiento para el Departamento de Seguridad Nacional. En este episodio, su rostro sufre una transformación grotesca que se adapta al tono surrealista de la serie y que tiene como objetivo enfatizar la naturaleza violenta de sus acciones. Esto provocó una respuesta irónica y de rechazo por parte de algunas figuras políticas.
El episodio no solo atacó a Vance y Noem, sino que también presentó una escena de Trump y su encuentro con Satanás. A medida que el episodio avanza, los absurdos se acumulan y crean una representación que, aunque exagerada, resonó con muchos espectadores que comparten una crítica hacia la administración Trump. A pesar de las críticas de la Casa Blanca, South Park se mantiene como una de las voces más provocativas en la sátira política contemporánea.