La Estación Espacial Internacional (ISS) ha sido catalogada por el comité de seguridad de la NASA como la más arriesgada de su historia. Durante una reciente reunión, expertos expresaron su preocupación sobre la condición crítica de la estación orbital. Aseguran que se enfrenta a una combinación de problemas técnicos acumulativos y deficiencias presupuestarias que amenazan su operación futura. Los científicos advierten que estos peligros podrían tener consecuencias serias en los años venideros.
Uno de los problemas más destacados es la creciente fuga de aire en un pequeño túnel de transferencia, detectada desde 2019 y que se ha intensificado en los últimos meses. Además, la falta de repuestos para sistemas críticos, así como la necesidad apremiante de reparar viejos equipos y trajes espaciales, suma más complicaciones a la ya frágil situación de la ISS. Expertos han señalado que no hay un plan de emergencia viable si la estación debe ser retirada antes de su prevista desorbita programada para 2030-2031.
Las preocupaciones financieras también juegan un papel crucial, ya que un déficit presupuestario significativo podría comprometer las operaciones normales de la ISS y su mantenimiento. La NASA está desarrollando un vehículo especial para ayudar en su desorbitación segura, pero los plazos son ajustados. La situación actual genera un ambiente de incertidumbre respecto a la seguridad pública y la integridad de la infraestructura espacial internacional.
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