En un inusual desenlace en el ámbito de la justicia indígena de Ecuador, tres policías fueron liberados tras ofrecer disculpas a Leonidas Iza, excabeza de la CONAIE. La resolución se dio después de que los oficiales fueran declarados culpables de invadir el territorio de la comunidad San Ignacio en Toacaso. Este evento ha generado un debate en el país acerca de los límites entre la justicia ordinaria y la indígena, dos sistemas que a menudo chocan en su aplicación.
Los tres agentes de policía, que habían sido retenidos desde el 18 de agosto, se encontraban en la comunidad realizando una labor de inteligencia. Sin embargo, Iza alegó que había sido objeto de una persecución política, lo que motivó la reacción de la comunidad indígena. Después de intensas negociaciones entre las autoridades nacionales y los líderes indígenas, la comunidad insistió en que el caso debía ser tratado por su propia justicia, acorde a sus tradiciones ancestrales.
La audiencia pública se llevó a cabo en un ambiente de gran expectación, con la presencia de numerosos líderes y pobladores. Durante la misma, los policías admitieron no haber tenido la autorización adecuada para ingresar al territorio. Finalmente, tras la aceptación de las disculpas por parte de Iza, los agentes fueron liberados. Este incidente subraya la compleja dinámica entre las instituciones estatales y la justicia indígena, así como el impacto que tiene en la política ecuatoriana.
