La emblemática portada del álbum Nevermind de Nirvana ha sido objeto de controversia tras la demanda de Spencer Elden, el bebé de la fotografía. Un juez federal de Los Ángeles desestimó por segunda vez la denuncia presentada por Elden, quien alegaba que su imagen desnuda fue utilizada sin su consentimiento. La demanda se basaba en la acusación de explotación sexual infantil, lo que generó un debate sobre los límites del arte y la protección de la infancia en la cultura popular.
El juez Fernando Olguin determinó que la imagen no se puede clasificar como pornografía infantil, sugiriendo que se asemeja más a una ‘foto familiar de un niño bañándose’. Esta decisión no solo cierra el caso legal, sino que también reafirma la protección de la libertad artística. Tras el fallo, la defensa de Nirvana celebró el resultado, destacando que las acusaciones carecían de fundamento y liberaron a los involucrados de cualquier estigma asociado con ellas.
Elden, quien mostró su descontento con la difusión de su imagen desde la década de 1990, presentó el caso en 2021. Sin embargo, esta sentencia del 30 de septiembre de 2023 marca un precedente en la discusión sobre la frontera entre la expresión artística y la protección infantil. A pesar de la controversia, la portada de Nevermind sigue siendo un ícono en la historia del rock y un punto de referencia en debates sobre derechos y representación.
