En 2019, Karen Hao, reportera senior de MIT Technology Review, comenzó una investigación sobre OpenAI, una empresa poco conocida en ese momento. Su historia reveló cómo OpenAI se alejaba de su misión original, desatando una serie de controversias y especulaciones en la comunidad tecnológica. Con cada anuncio, la empresa comenzó a captar más atención, especialmente tras su asociación con Microsoft y la reestructuración hacia una organización de ‘lucro limitado’.
Durante su investigación, Hao se reunió con Greg Brockman, entonces CTO y futuro presidente de OpenAI, quien compartió sus visiones sobre la inteligencia artificial general (AGI). A pesar de las críticas sobre el enfoque comercial de OpenAI y el potencial impacto ambiental de sus tecnologías, Brockman defendió la importancia de garantizar que las innovaciones en inteligencia artificial beneficien a toda la humanidad, enfatizando la necesidad de distribuir sus beneficios económicos.
El artículo de Hao, publicado en 2020, destacó la desconexión entre la ideología de OpenAI y su operación interna, lo que llevó a fuertes reacciones, incluyendo críticas de figuras influyentes como Elon Musk. A medida que OpenAI continuaba expandiendo sus ambiciones, se convirtió en un símbolo de la competencia feroz por el desarrollo de la inteligencia artificial, un campo que promete revolucionar la sociedad, pero que también plantea serias preocupaciones éticas y medioambientales.
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