
Un superyate de 80 metros y valorado en 200 millones de dólares ha protagonizado una emocionante travesía desde su astillero en Róterdam hasta el mar abierto. Los habitantes del tranquilo pueblo de Alphen fueron testigos de cómo esta colosal embarcación se movía a través de estrechos canales, superando puentes y otros obstáculos. Esta operación no sólo requirió de una planificación meticulosa, sino también de una ejecución precisa para evitar cualquier daño a esta costosa embarcación.
Feadship, renombrado fabricante de superyates, se encargó del traslado del Project 714, un reto bien conocido, pero que cobraba nuevas dimensiones debido a las características del yate. A lo largo de su recorrido, se cortó el tráfico en varias carreteras, dado que la travesía implicaba maniobras complejas a través de áreas con estrechos límites. Cada giro y descenso de puentes demandaba una atención meticulosa para garantizar la seguridad del yate y de las personas alrededor.
El Project 714 no solo destaca por su precio, sino también por sus características luxuosas. Con cinco cubiertas, un beach club y un sistema de propulsión híbrido, el yate promete ser un espléndido refugio flotante. Los comentarios de los residentes reflejan asombro ante la magnitud de esta obra de ingeniería que, como muchos otros superyates, debe superar desafíos significativos para llegar a su destino final en alta mar, destacando la mezcla de lujo y complejidad involucrada en su fabricación y traslado.
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