El gobierno de Daniel Noboa ha sido objeto de intensas protestas tras la eliminación del subsidio al diésel, una medida que fomenta la redistribución de recursos hacia programas sociales. Esta decisión fue comunicada por ministros del gobierno durante una reunión con el cuerpo diplomático en el país, donde se buscó aclarar las estrategias económicas y de seguridad del ejecutivo frente a las movilizaciones indígenas que han estado en curso por 15 días.
Las manifestaciones, lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), han resultado en un saldo trágico de un muerto y numerosos heridos y detenidos. A pesar de los esfuerzos del presidente Noboa por ofrecer ayudas sociales a transportistas y familias vulnerables, las críticas persisten. Líderes indígenas critican estas acciones como intentos de dividir a las comunidades y frenar las protestas, mientras el ejecutivo defiende la eliminación del subsidio como un paso necesario para garantizar la sostenibilidad financiera del país.
A nivel institucional, el gobierno ha reducido la cantidad de ministerios y ha recortado personal para controlar el déficit fiscal y cumplir con reformas destinadas a equilibrar las cuentas del estado. La situación actual evidencia la tensión entre las demandas sociales de los sectores más vulnerables y la necesidad del gobierno de implementar medidas económicas difíciles, en un contexto de creciente agitación social que exige un diálogo más inclusivo y efectivo.
