
La residencia que inspiró la emblemática Casita de Bad Bunny en Puerto Rico ha sido objeto de un tiroteo, un incidente que ha añadido una nueva capa de dramatismo a su reciente conflicto legal. El ataque tuvo lugar en el barrio Río Abajo de Humacao, justo días después de que su propietario, Román Carrasco Delgado, presentara una demanda contra el famoso reguetonero, reclamando daños por la explotación de su propiedad. A pesar de los disparos, no se registraron heridos en el ataque.
El propietario de La Casita reclama al menos USD 1 millón en su demanda, señalando que firmó contratos digitales sin entender su contenido, lo que pone de manifiesto la complejidad del caso. Carrasco argumenta que su firma fue utilizada fraudulentamente, permitiendo a Bad Bunny y sus productoras beneficiarse de la popularidad de su hogar sin su consentimiento. Además, la constante afluencia de fans ha afectado su tranquilidad, convirtiéndose en un punto turístico no deseado.
Este incidente subraya las implicaciones legales sobre los derechos de propiedad intelectual y el uso comercial de espacios privados en la industria de la música. La situación de La Casita refleja la lucha entre el reconocimiento y el derecho del propietario a vivir en paz, un dilema que se amplía en el contexto de la cultura pop y la explotación comercial. La atención mediática sigue intensificándose a medida que se desarrollan los eventos en torno a la demanda y el tiroteo.