
Tesla está atravesando por un periodo complicado en 2025, con ventas que han disminuido drásticamente en los principales mercados. En Alemania, las ventas han caído un 76%, mientras que en China la caída alcanza el 49%. Estos descensos representan los peores datos desde el verano de 2022, causando que los inversores se muestren cada vez más preocupados por el futuro de la compañía.
El valor de las acciones de Tesla también refleja esta difícil situación. En cuestión de un mes, el precio de las acciones ha bajado de más de 3,700 dólares a aproximadamente 2,700 dólares. Este colapso de las acciones es visto por muchos analistas como un resultado del descenso en las ventas, combinado con la presión de los nuevos competidores en el mercado. Si bien la marca ha mantenido su lugar en el sector de los autos eléctricos, otros fabricantes están ganando terreno rápidamente.
Las expectativas de los inversores continúan a la baja y la presión que enfrenta la compañía podría agravar aún más la situación. A pesar de que la llegada de nuevos modelos podría mejorar las cifras a finales de año, el impacto actual de la mala actitud política de su CEO, Elon Musk, también está afectando la percepción pública y, por tanto, las decisiones de compra. Con un creciente número de competidores, el futuro de Tesla se presenta incierto.