
Kevin Spacey ha reaccionado de manera contundente a las recientes acusaciones de su ex compañero de reparto, Guy Pearce, quien sugirió haber sido ‘apuntado’ por Spacey durante el rodaje de ‘L.A. Confidential’ en 1997. En un video en redes sociales, Spacey llamó a Pearce a ‘crecer’ y afirmó que no era una víctima, sugiriendo que sus comentarios eran simplemente para atraer la atención de los medios.
Spacey recordó momentos en los que Pearce eligió pasar tiempo con él después de filmar la película, lo que contradiría la narrativa de victimización que Pearce ha presentado. En un tono desafiante, Spacey cuestionó las motivaciones de Pearce para hablar públicamente sobre su experiencia, insinuando que ha estado arrastrando este asunto durante casi tres décadas sin resolverlo directamente con él.
La controversia aviva las viejas llamas en torno a Spacey, quien ha enfrentado numerosas acusaciones de conducta sexual inapropiada a lo largo de su carrera. Pearce ha comentado anteriormente que, aunque no se consideraba una víctima en el sentido más grave, sus experiencias en el set fueron inquietantes. Este intercambio tenso entre los actores resalta las complejidades de las relaciones en la industria cinematográfica y el impacto de los traumáticos recuerdos del pasado.