Justin Bieber, el icónico cantante canadiense, atraviesa una de las etapas más complicadas de su carrera, marcada por deudas y conflictos legales. A pesar de haber vendido su catálogo musical por 200 millones de dólares, la realidad financiera del artista dista mucho de ser sólida. Las alarmas se encendieron cuando se revelaron tensiones con su ex manager, Scooter Braun, quien le prestó 24 millones de dólares para cubrir compromisos relacionados con su fallida gira ‘Justice’.
En medio de esta crisis, Bieber solo ha reembolsado una parte del préstamo, acumulando una deuda de aproximadamente 9 millones de dólares. Además, su situación se agrava por problemas fiscales, incluyendo una cuenta pendiente de casi 400.000 dólares en impuestos sobre su propiedad en Coachella Valley, lo cual ha llevado a especulaciones sobre una posible acción legal contra sus asesores financieros. La falta de nuevas producciones musicales y la inactividad de su marca de ropa Drew House han reducido su capacidad de generación de ingresos.
La preocupación por la salud mental de Bieber es cada vez más evidente, con informes de episodios de ansiedad y depresión que han influido en su alejamiento de los escenarios. Aunque su entorno sugiere la posibilidad de un regreso a la música, la incertidumbre sobre su futuro profesional persiste, ya que debe enfrentar no solo sus problemas económicos, sino también su bienestar emocional, lo que ha contribuido a un panorama desalentador para la estrella del pop.
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