
Johanna Carreño, la talentosa cantante manabita, ha decidido regresar a la música después de 13 años de silencio. Su regreso no es solo un retorno a sus orígenes artísticos, sino que también representa un profundo compromiso con su fe. Ahora, sus letras y su voz estarán dedicadas a Dios, una decisión que la llena de gratitud y propósito. Johanna ha expresado que su reencuentro con el canto comenzó en su iglesia en Manta, donde se redescubrió como artista hace dos años.
Para materializar su regreso, Johanna viajó a Lima, Perú, donde grabó dos nuevos temas, uno en solitario y otro en dúo con su pareja, Jorge Zambrano Loor. Ambos temas mantendrán el estilo pop rock que la caracteriza, pero incluirán mensajes de esperanza y amor divino. La producción estuvo a cargo de Francisco Murías, quien ha sido un colaborador clave en su carrera desde el inicio, llevándola incluso a alcanzar el éxito en MTV.
La vida de Johanna ha estado marcada por desafíos, incluyendo un divorcio y las dificultades económicas para mantenerse en la industria musical. Sin embargo, su búsqueda de una conexión espiritual le permitió encontrar su propósito y ahora, con su hijo Joaquín a su lado, se siente más motivada que nunca. Con la afirmación de que su misión ha cambiado, Johanna ahora le canta a Dios y espera inspirar a otros a través de su música llena de fe y amor.