
Jason Momoa, conocido por su papel en Aquaman, tuvo una experiencia cercana a la muerte mientras surfeaba en Maui. Durante una intensa sesión de surf, el actor se encontró en una peligrosa situación cuando su leash se rompió y lo dejó a merced de gigantescas olas de 10 pies. A pesar de sus habilidades de surf y entrenamiento, pronto se dio cuenta de que estaba en peligro y su cuerpo comenzó a fallar, luchando por mantenerse a flote en medio de las tumultuosas aguas.
Mientras se sumergía en la desesperación, Momoa pensó en su hija de tres meses y sintió un fuerte impulso de supervivencia. Después de un tiempo luchando por ser visto por sus amigos, finalmente recibió ayuda de un compañero surfista. Juntos, enfrentaron olas brutales y corrientes implacables, lo que convirtió su intento de regreso a la costa en una verdadera batalla. A pesar de las agotadoras circunstancias y de haber estado cubierto de sangre, la conexión con sus ancestros lo impulsó a seguir adelante.
Al llegar a la costa, Momoa reflexionó sobre cómo esta intensa experiencia cambió su vida. Decidió dejar de fumar, algo que había intentado hacer antes sin éxito, y admitió que esta experiencia le enseñó el valor de la vida y la conexión con sus raíces. Hoy, con una nueva perspectiva, Jason Momoa continúa desafiando a la naturaleza, enfrentándose a nuevas aventuras en su carrera.