Japón se ha planteado un objetivo ambicioso: recibir 60 millones de turistas para el año 2030. Sin embargo, para lograrlo, el país se enfrenta a un gran obstáculo: la falta de trabajadores en el sector turístico. Un estudio reciente indica que el número de empleados en hoteles y servicios requerirá un aumento considerable, reflejando un déficit que podría afectar la capacidad de Japón para atender a la creciente demanda de turistas.
El turismo japonés ya ha mostrado una recuperación significativa tras la pandemia, alcanzando 36,8 millones de visitantes en 2024. Las cifras sugieren que este flujo de turistas podría seguir aumentando, poniendo presión sobre un sector que ya enfrenta problemas de escasez de personal. Se estima que el déficit de trabajadores podría ser de hasta 536,000 empleados, un desafío monumental que podría comprometer la calidad del servicio por el cual Japón es conocido.
Analistas y expertos sugieren que, en lugar de centrarse únicamente en la cantidad de turistas, Japón debería priorizar el gasto de los visitantes y considerar un objetivo más moderado de 40 millones de turistas. Mejorar la oferta turística y optimizar la productividad serán claves para alcanzar estos ambiciosos planes, incluso si eso significa replantear las metas originales establecidas por el gobierno y enfrentar la creciente demanda en un entorno laboral desafiante.
