Intel, una de las principales empresas de semiconductores, está considerando escindir su negocio de fabricación. Este movimiento se asemeja al realizado por AMD en 2009, cuando separó su filial de producción, creando GlobalFoundries. El objetivo de Intel es mejorar su salud financiera y competitividad en el mercado, un plan que ha resurgido nuevamente bajo la dirección de Pat Gelsinger.
TSMC y Broadcom han expresado su interés en adquirir segmentos fundamentales de Intel. TSMC busca asumir el control de las plantas de fabricación de circuitos integrados, mientras que Broadcom está interesado en la división de diseño de circuitos. Estas aficiones de las empresas podrían cambiar drásticamente el panorama de la fabricación de semiconductores a nivel global, especialmente dado el contexto de tensiones geopolíticas.
Sin embargo, cualquier movimiento para llevar a cabo esta escisión enfrenta obstáculos. Intel tiene compromisos con el Gobierno de EE.UU. tras recibir subsidios significativos, lo que podría limitar su capacidad para realizar esta separación. El futuro de la compañía y su posible fragmentación son temas de gran interés que podrían redefinir la industria de los semiconductores y la dinámica del mercado.
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