
Los transportistas de Ecuador han emitido un llamado urgente al Gobierno debido a la alarmante inseguridad en las carreteras del país. Juan Carlos Andrade, presidente de la Cámara Ecuatoriana de Empresas de Transporte de Carga y Logística, ha señalado que la violencia relacionada con el crimen organizado no solo afecta a los transportistas, sino que representa una amenaza crítica para las familias y la estabilidad económica del sector. La falta de protocolos eficientes para la seguridad en carreteras incrementa la incertidumbre entre los trabajadores del transporte y las empresas.
La situación es especialmente preocupante en ciudades como Guayaquil, donde los choferes han sido objetivo de extorsiones y robos. En solo unas semanas de septiembre, se han reportado numerosos incidentes de violencia, incluyendo muertes, lo que ha provocado protestas y un creciente clamor por una mayor protección. Andrade ha resaltado que la inacción del Gobierno podría tener efectos devastadores sobre el sector de transporte de carga, que representa un pilar clave de la economía ecuatoriana.
Para combatir el problema, Andrade ha propuesto medidas concretas, como la consideración de los ataques a transportistas como atentados contra la seguridad nacional y la implementación de tecnología avanzada para una mejor vigilancia. Además, ha enfatizado la importancia de regularizar el sector frente a la competencia desleal de empresas informales. Estas acciones son vistas como indispensables para garantizar la seguridad de los trabajadores y la estabilidad del transporte, fundamental para la economía del país.