
La Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico de Quito ha informado sobre un incremento en la velocidad del viento durante la época seca, que abarca los meses de julio a septiembre. Este periodo se caracteriza por condiciones climáticas muy diferentes a las de la temporada lluviosa, lo que incrementa notablemente el riesgo de incendios forestales. En el año 2024, se han registrado hasta 50 días sin lluvias significativas, lo que agrava la situación en las zonas de transición entre la ciudad y el bosque.
La REMMAQ advierte que el aumento del viento, combinado con la sequía prolongada y la vegetación seca, crea un escenario propenso a incendios de rápida propagación, lo que puede tener efectos devastadores tanto en la seguridad ciudadana como en los ecosistemas del Distrito Metropolitano de Quito. En respuesta, la administración municipal ha implementado una serie de estrategias para mejorar la resiliencia frente a estos riesgos, dentro del marco del plan de las 3.001 obras para Quito.
Entre las recomendaciones para la ciudadanía se incluyen evitar quemas de basura, asegurar estructuras ligeras ante fuertes vientos y conducir con precaución en condiciones adversas. También se exhorta a la población a usar mascarillas si padecen enfermedades respiratorias durante días con alta concentración de polvo. La prevención y la participación activa de los ciudadanos son fundamentales para mitigar estos riesgos en la actualidad.