Bryan Johnson, un multimillonario de 47 años, tiene una misión poco común: fundar una nueva religión llamada ‘Don’t Die’. Su objetivo es prevenir la muerte y crear una ideología moderna que viva en armonía con la inteligencia artificial. Johnson ha dedicado millones a investigaciones de longevidad y ha ganado popularidad en redes sociales, convirtiéndose en un referente en la lucha por prolongar la vida humana. En su visión, la religión se fundamenta en la idea de que el cuerpo es un dios y que su preservación es esencial para la humanidad.
En una reciente conferencia sobre longevidad, Johnson expuso sus preocupaciones sobre el avance de la inteligencia artificial, que considera una amenaza existencial. Propone que para sobrevivir como especie, debemos alinear los objetivos de la IA con los de la humanidad. Johnson argumenta que a través de la comunidad y la creatividad, se puede dar un nuevo significado a lo que es ser humano en la era de la tecnología avanzada. Según él, religiones históricas han organizado eficazmente la cooperación humana, algo que considera necesario en este tiempo crítico.
El enfoque de ‘Don’t Die’ no se limita a la creencia en un ser supremo, sino que desafía la noción tradicional de religión al proponer que el cuerpo humano es el centro de esta nueva fe. Johnson ha comenzado a estructurar rituales que fomentan el cuidado del cuerpo y la mente, incluyendo reuniones semanales donde los participantes pueden abordar temas de vulnerabilidad emocional relacionados con la salud. De esta manera, busca no solo crear una comunidad solidaria, sino también un movimiento que impulse un cambio cultural hacia la preservación de la vida en el contexto de una IA cada vez más influyente.
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