En un fenómeno reciente, los fabricantes chinos han comenzado a viralizarse en TikTok, expresando su descontento con las tarifas impuestas por la administración de Trump. A través de videos, un joven presenta una colección de bolsas de lujo, revelando que muchas de ellas son producidas en sus fábricas. Haciendo énfasis en las similitudes de calidad y materiales con marcas reconocidas como Hermès y Gucci, el video busca atraer a consumidores estadounidenses directamente a sus productos, evitando así los altos costos de las marcas de lujo que a menudo eliminan el ‘Hecho en China’ de sus etiquetas.
Este tipo de contenido no solo busca protestar, sino que se ha convertido en una estrategia de supervivencia para las fábricas. A medida que los costos de producción y las tarifas complican sus operaciones en el mercado estadounidense, muchos fabricantes se han volcado a crear su propia narrativa en las redes sociales. Plataformas como DHgate han visto un aumento significativo en transacciones, donde los compradores comparten sus hallazgos en TikTok, fomentando un círculo de consumo que rompe con los canales minoristas tradicionales.
Aunque los videos han capturado la atención del público, las repercusiones legales sobre derechos de autor y las acusaciones de vender productos falsificados amenazan con limitar su efectividad a largo plazo. Aun así, los fabricantes chinos miran hacia el futuro con aspiraciones de formar sus propias marcas, lo cual podría cambiar toda la dinámica de la manufactura global, moviéndose de ser solo productores a convertirse en creadores innovadores.
