
Segovia se ha convertido en un destino popular para vuelos en globo aerostático, atrayendo a miles de turistas cada año. Sin embargo, esta actividad ha traído consigo un conflicto con los ganaderos de la región. Según las denuncias, los globos aterrizan en campos de pasto y vuelan a baja altura, causando estrés y estampidas en el ganado. Esto ha creado una tensión creciente entre los operadores de globos y los agricultores locales, quienes exigen una mayor regulación en las zonas de vuelo para proteger a sus animales.
Los ganaderos argumentan que el ruido de los quemadores de los globos provoca temor entre el ganado, llevándolos a saltar cercas y causando potenciales daños tanto a los animales como a las propiedades. A pesar de que los operadores de globos aseguran que su actividad es segura y que sólo un pequeño número de ganaderos se queja, los conflictos siguen siendo un tema candente. La Agrupación de Defensa Sanitaria ha reclamado que es esencial establecer reglas claras para evitar estos enfrentamientos, sugiriendo una reactivación de antiguos acuerdos de exclusión de vuelo.
Ambas partes han manifestado su disposición a negociar una solución. Los ganaderos reclaman que se respeten las zonas donde se cría ganado para que ambas actividades puedan coexistir sin problemas. Los operadores de vuelos también han expresado su interés en llegar a un acuerdo. Sin embargo, la falta de claridad y el cumplimiento de acuerdos pasados han complicado el panorama. A medida que crece el turismo en globo, la necesidad de una solución equilibrada se torna cada vez más urgente.