Ourense, una provincia con una rica tradición vinícola, enfrenta una crisis sin precedentes debido a severos incendios forestales. Estas llamas están afectando seriamente a los viñedos, ya que la temporada de vendimia se aproxima y el fuego ha arrasado grandes extensiones de tierra agrícola. Muchos viticultores advierten sobre los efectos devastadores que podrían enfrentar debido a la proximidad de las llamas, que no solo queman las cepas, sino que también afectan el crecimiento de las uvas.
Históricamente, Ourense cuenta con cuatro Denominaciones de Origen diferentes y representa una parte significativa de la producción vinícola de Galicia. Sin embargo, según algunos productores, la actual ola de incendios ha devastado áreas críticas que son hogar de variedades importantes como godello y mencía. La panorámica es desoladora: viñedos enteros han sido consumidos por el fuego y se harán evidentes las pérdidas económicas en un sector que ya estaba lidiando con los efectos de la sequía.
Con la vendimia a la vuelta de la esquina, las preocupaciones aumentan entre los bodegueros. A pesar de que algunos esperaban que el descenso de temperaturas y la llegada de la lluvia mejoraran la cosecha tras un verano seco, ahora se suman nuevos retos. La situación de los viñedos es insostenible; los relatos de bodegueros sobre el daño irreversible apuntan a un futuro incierto para la industria vinícola de Ourense, un verdadero patrimonio de Galicia.
